Futbol Femenino Argentino

Gabriela Patricia Chávez nació el 9 de abril de 1989 en Moreno, Buenos Aires. Desde su debut en la Selección Mayor el 18 de noviembre de 2006 (Argentina 6 – Colombia 0), Chávez acumula, al menos*,  41 partidos internacionales con la Celeste y Blanca.

*Son 28 partidos desde 2010, año en el que comienza el registro fidedigno de este sitio. A esos encuentros se le suman 13 más en los que se acredita la titularidad o ingreso de dicha jugadora (Sudamericano 2006, Juegos Panamericanos 2007, Mundial 2007 y Juegos Olímpicos 2008).

Posición: defensora – lateral derecha
Club actual: Estudiantes de Caseros
Clubes en los que jugó: San Lorenzo, Independiente, Everton (Chile), Boca, UAI Urquiza, Platense y River

Sus comienzos

Es muy difícil encontrar entrevistas y material sobre la vida de Gabriela Chávez. Así como pide la pelota en todas adentro de la cancha, se esconde fuera de ella cuando hay un micrófono presente. Sin embargo, sabemos que nació y creció en Moreno junto a sus cinco hermanos y sus papás. “Ella era chica y un día estaba limpiando su cuarto. Vi que le faltaba la cabeza a una muñeca que le habíamos regalado. Cuando fui a preguntarle qué había pasado, la encuentro usándola como pelota de fútbol. Ahí sentí que la cosa iba para otro lado“, contó su mamá Luisa a El Equipo Deportea.

Comenzó a jugar formalmente al fútbol 11 en 2005 en San Lorenzo. Casi al mismo tiempo comenzaron las citaciones para los seleccionados juveniles argentinos. La contracara fue que debió dejar el colegio (terminó su educación secundaria años más tarde) para dedicarse al fútbol. Los largos viajes hasta el predio de Ezeiza no le dejaron muchas opciones: “La vuelta se hacía muy cansadora, no solo por los entrenamientos sino por el viaje largo. La AFA nos ponía un micro hasta Retiro, de ahí me tomaba el tren hasta José C. Paz y luego otro colectivo que me dejaba en mi casa, llegaba muy de noche“.

La competencia internacional

Con solo 17 años, Gaby vivió uno de sus mejores momentos deportivos: le tocó integrar el plantel campeón del Sudamericano 2006, el único título continental que tiene el fútbol femenino argentino. No solo eso, sino que jugó los tres últimos encuentros que culminaron en el primer puesto albiceleste: “Imaginate, fue mi primer título. No paraba de llorar de la emoción, lo mismo mi familia”.

Así comenzaron los viajes alrededor del mundo de Gatito, apodo instaurado por el entrenador Carlos Borrello por la costumbro de Chávez de jugar con el pelo suelto. Con la 16 en la espalda disputó el Mundial Sub 20 2006 en Rusia en el que Argentina consiguió una victoria ante la República del Congo. En aquel encuentro se fue expulsada. Al año siguiente viajó a los Juegos Panamericanos de Río y también al Mundial de Mayores en China. “Lo peor de mi carrera fue haber perdido 11-0 contra Alemania en aquel Mundial. Sentí que decepcioné a todo un país, fue horrible“, comenta con sinceridad.

En 2008 disputó su segundo Mundial Sub 20, esta vez en Chile. También viajó a Beijing para ser parte de la única participación argentina en un Juego Olímpico. En alguno de esos viajes tuvo lugar un encuentro muy especial con el crack brasilero, Ronaldinho: “Le pedí una foto, como cualquier futbolero haría, pero me dijo que si no me sentaba y le compartía un mate, no lo iba a hacer. Quedé sorprendida y estuvimos hablando de todo, sinceramente es una gran persona y un crack”.

El alejamiento del fútbol

De San Lorenzo pasó a Independiente. Y de Avellaneda cruzó la cordillera para jugar la Libertadores con el Everton de Chile. Estuvo solo tres meses allí: “Me costó mucho la adaptación. Extrañaba a mi familia, a mis amigos, por eso estuve poco tiempo”. Toda esta experiencia acumulada en tan pocos años fue moldeando a una jugadora muy técnica y competitiva. “Es aguerrida. Muestra pasión por jugar al fútbol y quiere ganar siempre“, afirmó Miriam Mayorga en entrevista con Olé.

Tras su paso por Everton, regresó al fútbol argentino y se afianzó en Boca, donde consiguió dos títulos. Sin embargo, en 2011 decidió alejarse de las canchas: “En el 2011 hice un parate y volví en el 2018. Tenía otras necesidades: necesitaba plata para manejarme en la vida. Entonces empecé a trabajar“. Y agregó en Olé: “En ese momento nos dieron vacaciones de tres meses, conseguí un trabajo por ese tiempo y no volví más. Tenía que vivir”. Gaby se incorporó a la policía y cerró así una etapa. Ese último año había sido parte del plantel argentino que participó en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011.

Un llamado y el sueño de volver

Carlos Borrello tiene un rol importante en esta historia. El ex entrenador de la Selección siempre elogió las cualidades técnicas de Chávez, así como su entrega. En 2017, al volver a tomar el mando de la Albiceleste. Borrello se contactó con la defensora. “Todos los días me llenaba de mensajes y llamadas, me decía que era una lástima que el fútbol ya no disfrutara de mis cualidades. Al principio me negaba porque pensaba que era un ciclo terminado, pero me convenció y firmé con la UAI“, contó Gabriela. Y agrega: “Pedí licencia sin goce de sueldo por seis meses. Cuando volví, me picó el bichito de seguir jugando y decidí dejar el trabajo”. Sin embargo, su regreso no fue el esperado: no tuvo un buen rendimiento en el Furgón y poco después se mudó a Platense, donde pudo recuperar su nivel.

En 2018, casi siete años después, volvió a ponerse la Celeste y Blanca: fue parte del plantel en la Copa América que le dio a Argentina la posibilidad de disputar un repechaje para volver a un Mundial después de 12 años. Sin embargo, Gatito no estuvo en los duelos con Panamá. Tampoco en la etapa preparatoria para el Mundial 2018. Pero allí recibió nuevamente el llamado de Borrello: “Si te ponés las pilas, te llevo”. Y allí fue de nuevo Chávez, a entrenar desde temprano en el frío de Ezeiza, buscando ese lugarcito para subirse al avión rumbo a Francia. En el medio, había abandonado Platense para sumarse a River.

Llevando la 18 en la espalda, Chávez fue parte del plantel que redondeó una actuación histórica para nuestro fútbol en Francia: “Un sueño total porque no solamente jugué mi segundo Mundial, sino que conocí un lugar fantástico“. Aunque lo mejor, deportivamente hablando, llegaría después: fue titular durante los Juegos Panamericanos de Lima 2019, recuperando su nivel futbolístico y siendo una pieza clave en la obtención de la primera medalla panamericana de la historia del fútbol femenino argentino.

Ese mismo año firmó su primer contrato profesional: fue con Boca, institución a la que regresó tras su paso en 2010-2011. Sí, la chica que había cambiado la pelota por el trabajo ahora iba a ganar (algo de) plata con ella.

Desde su vuelta al fútbol, Chávez no se volvió a alejar de las canchas. Recurrente convocada a la Selección, tras su paso por Boca se convirtió en refuerzo de Estudiantes, donde fue capitana. Tras disputar el Mundial 2023 regresó a Boca Juniors, donde anunció su retiro tras obtener el Campeonato Apertura 2024.

Fuentes para ampliar info:
https://elequipo-deportea.com/2020/05/11/gabriela-chavez-una-defensora-que-aprovecho-la-cabeza-de-su-muneca-para-hacerla-pelota/
https://www.argentina.gob.ar/noticias/gabriela-chavez-proyecta-nuevos-desafios-la-espera-de-que-ruede-la-pelota
http://www.lacalderadeldiablo.net/2010/01/la-seleccion-femenina-tambien-hay-rojas.html
https://www.ole.com.ar/futbol-femenino/miriam-mayorga-gabriela-chavez-seleccion_0_YH0kUOZo.html
https://www.ole.com.ar/futbol-femenino/miriam-mayorga-gabriela-chavez-uai-boca_0_wjGf9cKn.html
https://www.youtube.com/watch?v=xOxT0UDEAOE
https://www.youtube.com/watch?v=2laIy7bus4U